viernes, 13 de noviembre de 2015

Amanda Porter "Capítulo 5"

27 de Febrero del 2015, "New Post Seattle", 00:45h.

- ¿Así que este es Peter Mitch, el acosador de tu amiguita?

- Sí, es él. Pero bien sabes que no procedería tan solo por un simple acoso. Mira eso, Susan.

- Vaya... Ya veo.

- ¿Has traído a Bronson, hija?

- Sí, claro. Déjame hacerlo a mí esta vez.

- Está bien, Susan. Pero que no te suceda como con aquel motero.

- Ja, ja, ja, ja... Descuida, madre.

Los desorbitados ojos de Peter Mitch se ladeaban constantemente con cada una de las intervenciones de madre e hija, como en un partido de tenis en el que la pelota iba de un lado a otro, en un espacio infinitamente más reducido, y siendo el proyectil un juego de palabras que, Peter, no llegaba a comprender. Mas su intuición no le auguraba nada bueno.

Susan abrió su bolso y sacó un revólver de enorme cañón. El arma estaba impoluta, como si no se hubiera usado jamás.

La joven quitó el pañuelo de la boca de Peter y le introdujo la pistola acallando el breve y perturbador alarido. Los globos oculares de este se hincharon como dos neumáticos a punto de estallar, la sangre de las arterias palpitaban en las lagrimosas córneas. Su estómago convulsionaba. Dejó ir orín y excrementos al instante, bañando su asiento de amarillo y marrón... Un terrorífico espectáculo, deleite de madre e hija, de insoportable pestilencia, agravada por el potente sudor que emanaba por cada uno de los poros de Mitch.

- ¡Tienes que hacerlo antes de que le de un colapso nervioso! ¡Le puede dar un paro cardíaco! ¡Inclina un poco el cañón a la izquierda o los sesos llegarán a mi escritorio!

Susan apretó el gatillo. La cabeza de Peter reventó como un melón golpeado por un mazo de hierro. Solo que el golpe hubiera sido desde el interior de su paladar hacia el exterior de la superficie de su cráneo. Desde su cuerpo hacia el pasillo izquierdo, todo era un confetti de sangre y materia gris.

Susan y Amanda se sonrieron la una a la otra. Ambas exclamaron al unísono, como si de un lema tradicional de fin de fiestas se tratase.

- ¡Otra piñata! ¡Go -lo -si -nas!

* * *

Viernes, 27 de Febrero del 2015, 8:30h.

La zona restaba acordonada por la cinta amarilla policial. Los trabajadores del "New Post Seattle" estaban siendo interrogados por varios agentes.

Carl Bay, el detective de homicidios encargado del caso, se acercó a su compañero, el detective forense, Chris Mulder.

- ¿Que tenemos aquí?

- Es un arma de imitación.

- Ya veo, otra justiciera de la noche.

- Exacto, otra replica de la "Wildey Survivor del calibre .475", valorada en unos mil quinientos dolares.

- No comprendo porque nuestras justicieras continúan intentando aparentar el suicidio, el móvil continúa siendo el mismo.

- Otro pederasta, Bay.

- Sí, Mulder. Ya he visto la pantalla del pc de la víctima. Comprueba el nick del cliente de...

Carl Bay acercó su rostro al ordenador.

- "Pequeñas Putitas Vírgenes"... El nick es... "Hombre Diablo 43"...

- Si, Bay. Será una comprobación fácil y evidente. Este, Peter Mitch, yerno de Tadeo Michaels, cuarenta y tres años de edad, será sin lugar a dudas ese "Hombre Diablo".

Carl Bay observó entre los trabajadores a una joven pálida y temblorosa.

- Hola, señorita. ¿Cual es su nombre?

- Cla, Clarice Hellington, agente...



Continuará...

18 comentarios:

  1. Madre e hija ni pestañean tras matar al indeseable (que por lo que se cuenta, no desmerecía su final), demostrando que sus lazos asesinos son más fuertes de lo que su relación diaria pueda revelar. Así que no es el primero que matan así...nuevamente me viene a la cabeza aquella canción que te recomendé, donde se hablaba de una familia "muy normal"...Será un placer volver a leer más capítulos de esta historia compañero.

    ¡Un abrazo!

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    1. Si, parece ser que, madre e hija, están acostumbradas a este tipo de acciones, no les afecta negativamente, más bien les complace y disfrutan con ello. En su día a día, {bien observado}, su relación es más bien fría, no revelan tal complicidad, como la que muestran en sus asesinatos.
      ¡Muchas gracias, José Carlos!
      ¡Abrazo, Compañero! :)

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  2. Me ha fascinado lo de la piñata, jeje. Vaya, cómo has narrado la escenita macabra en cuestión jeje Tan bien que he ayudado a las dos a darle pasaporte jeje "lo he olido" (me estoy volviendo un poco siniestra últimamente :P) Fantástico. Más... pronto. :)
    Besos, compi. :)

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    1. Ese humor macabro de la piñata y las golosinas, un toque de desenfado narrativo para tan cruel escena, aunque se pueda juzgar fácilmente como merecida, es una relación terrible entre madre e hija, la justicia puede salir muy cara...
      ¡Muchas gracias, Soledad!
      ¡Abrazo, Compi! ;)

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  3. Madre e hija muy compenetradas... ¿por la costumbre de participar juntas en este tipo de "actividades extraescolares"? Aunque el tipo lo mereciera, que ellas disfruten tanto deja una sensación extraña, como de no querer tenerlas muy cerca, por si acaso :P

    Los personajes se van perfilando en detalle y Amanda y Susan han resultado ser mucho más que "particulares". Supongo que compartir el gusto por el asesinato debe unirlas mucho. De tal palo, tal astilla?

    Muy bueno, Edgar, te has marcado una escena bastante macabra. Se me hace corto el capítulo y larga la espera para leer más. ¡¡No nos maltrates asi!! jajajja.

    Un abrazo enorme y feliz finde, compi!!

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    1. Exacto, el gozo de la justicia sanguinaria da que pensar. Es fácil, como le decía a Soledad, que se saboree esa venganza como merecida, pero las acciones traen consecuencias, por muy justificadas que nos parezcan, por ahí voy...
      Siento que he dejado un poco de lado los perfiles, los detalles y la profundidad. He caído en algo demasiado parecido a "Feliz Cumpleaños" o "Dulce Nombre", como si la historia de trauma- venganza- gozo macabro, se repitiera constantemente en mis relatos de terror... Me estoy replanteando continuar capitulando o reescribir este inicio de novela y publicarla una vez esté completa (desde un enfoque algo distinto)...
      ¡Muchas gracias, Julia!
      ¡Abrazo, Querida Compañera! ;)

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    2. A mi no me ha resultado "superficial" en cuanto al aspecto psicológico. Ya nos habías dado muchas pistas y referencias sobre sus formas de ser y por qué (y seguro que nos darás muchas más con el correr de la historia). Este capítulo ha resultado como un paréntesis que se centra en la acción pura y dura, en un episodio que nos sorprende y nos impresiona. A mí me gusta cómo ha quedado en el conjunto :)

      Por supuesto tú puedes hacer lo que estimes oportuno, pero yo de ninguna manera equipararía esta novela a otros relatos como "Feliz Cumpleaños". Cada uno tiene su estilo, aunque por supuesto los dos llevan tu inconfundible sello, y los dos son muy buenos.

      Ea, y ya se cierra el quiosco de comentarista literaria jajajajjaa.

      Un abrazote grande, Edgar, y feliz noche de sábado!! :)

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    3. ¡Muchísimas gracias por tus palabras, Julia! De veras, me has hecho replantearme lo replanteado... jajajajajaja... Continuaré por donde y como voy...
      Abre siempre ese quiosco y regálame tus impresiones, me son de gran ayuda.
      ¡Abrazote, Querida Compañera! ¡ Feliz semanita, hermosa! ;)

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  4. Corto, pero sin duda muy intenso, Edgar. Sensacional capítulo!!!
    Abrazo, Compañero!!!!!

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    1. Demasiado corto quizás, pero me alegra saber que te ha parecido intenso.
      ¡Muchas gracias, MªJesús!
      ¡Abrazo, Compañera! ;)

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  5. Madre e hija compenetradas de una manera realmente perturbadora con un fin común, limpiar el mundo de indeseables pederastas.
    Pero la barrera de monstruo vs justiciero no se aleja mucho si cuando cometes un acto atroz disfrutas de ello.
    Cortito Edgar, pero increíble.
    Un abrazo compi!!! ;)

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    1. Sí, madre e hija parece que tienen esa idea de limpieza de lo peor que hay sobre la faz de la tierra, esos asesinos de inocencia en sus manos son carne de cañón.
      Disfrutan con ello ¿Son monstruos si aniquilan a monstruos? Es uno de los debates que quiero poner sobre el tapete con esta novela.
      ¡Muchas gracias, Irene!
      ¡Abrazo, Compi! ;)

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  6. ¡Me encantan esas justicieras! Son espectaculares. La verdad es que me siento un poco mala al estar de acuerdo con ellas. Porque la pederastia debería estar penada con la muerte.
    Genial esa compenetración de esas dos mujeres.
    Un besillo Hermano de Letras.

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    1. Creo que es totalmente lógico estar del lado de ellas, y más sabiendo sobre el truculento pasado de Susan.
      Justicieras, estás dos mujeres, madre e hija, en busca de sangre corrompida.
      ¡Muchas gracias, María!
      ¡Abrazo, Hermana de Letras! ;)

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  7. Me gustó lo del confeti sanguinolento en las paredes, el reventar del cerebro como melóngolpeaso por un mazo y el hecho de que este indeseable haya manchado la silla de amarillo y marrón antes de morir.
    Que bonita familia, todo lo hacen juntos, hasta impartir justicia a su manera.
    Un poco atrasadita pero ¡que buen capítulo compañero de celda! Besitos!

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    1. Sinceramente, no me extraña que te haya gustado este festejo sangriento, pero a decir verdad, Peter tuvo suerte de estar en manos de Amanda y Susan, y no en una de las cavilaciones de Dieguito o en un juego de Claudia, aunque este personaje es más apropiado para la protagonista de Inocencia. Viniendo de ti, todo un halago saber que has disfrutado con esta escena.
      ¡Muchas gracias, Mendielita!
      ¡Besitos, Compañera de Celda! ;)

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  8. Tras un receso en la trama principal para mostrarnos el duro pasado de Amanda y Susan, ese pasado necesario para entender por qué hacen lo que hacen, regresamos al presente, y retomamos la historia donde se había dejado: madre e hija con Peter atado y amordazado a una silla. Con gran frialdad y desgarradoras descripciones, contemplamos la ''pequeña tortura verbal'' que llevan a cabo ambas antes de meterle el arma en la boca y volarle los sesos. Destaco la frialdad de Amanda, quien se preocupa de que la sangre no manche su escritorio, así como esa graciosa aunque macabra frase final, ese lema que madre e hija comparten al acabar con la vida de una de sus víctimas.
    Por otro lado, entran en escena dos nuevos personajes: el detective que se encargará del homicidio y el forense, y parece ser que llevan tiempo tras ellas, aunque aún no sepan quiénes son. ¿El haber encontrado el cuerpo en el lugar de trabajo de Amanda, les llevará a algún peligroso lugar para nuestro personaje? ¿Ha sido esto el error que la delatará?
    Un abrazo, Compañero acolchado.

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    1. Al leer tu análisis de este capítulo y las cuestiones finales que te planteas, entiendo de nuevo el por qué creí que se me había ido un tanto de las manos este intento de novela, del que cada vez lo veo más claro; no tendrá continuidad. Son demasiadas cartas sobre la mesa, y esas cartas no están bien jugadas, son confusas... El modus operandi de madre e hija, el lugar donde ocurre el asesinato, el objetivo escogido, el tono que pasa de profundo y calmado a macabro y de humor negro, un giro que no me convence, ni en su contenido ni en su forma...
      Te agradezco la lectura y el comentario, Ricardo.
      ¡Abrazo, Compañero!

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