jueves, 19 de noviembre de 2015

Esclavo de la Libertad

El estómago se me hincha de dudas, me suben por el esófago y se aglutinan en mi garganta, no puedo respirar en calma, con sosiego. El tiempo aprieta mis entrañas, percibo la realidad con tanta variedad de sabores que no logro discernir entre lo amargo y lo dulce. Las decisiones se tornan imposibles, ahora todo parece fácil y al instante tan complicado que no puedo resolver ni el más nimio de los casos. En esta red de inseguridad me hallo, me descubro atrapado. Luego me identifico con la libertad como única respuesta válida, lo que me hace esclavo, elegir. El pensamiento, el sentimiento, la emoción y la vibración, al unísono hacia ese lugar que de nuevo me mantenga en paz, un destino al cual llegar siempre, aquí y ahora.



14 comentarios:

  1. La libertad nos condiciona a tomar decisiones que nos crean incertidumbres, desasosiegos y temores al sospechar que en determinados momentos no son las correctas. Por otro lado la responsabilidad que conlleva esa libertad es a veces muy pesada y condicionante. Pero aún así: ¡Qué viva la libertad!
    Buena reflexión compañero Yera.

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    1. Andamos viviendo la realidad según nuestras percepciones, esclavos de la libertad. Gracias por tu reflexión.
      Abrazo, compañero Moroz.

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  2. Muy buen micro, Edgar; un montón de emociones en muy pocas palabras.
    "El hombre está condenado a ser libre" dijo Sartre.
    ¡Abrazo grande, Amigo de las letras!

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    1. Totalmente en sintonía con Sartre, pues.
      Muchas gracias, Federico.
      ¡Abrazo grande, Amigo de las Letras!

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  3. A veces tomar las decisiones es duro. Si no tuvieramos libertad para tomarlas, otros lo harían por nosotros, y podríamos echarles las culpas de nuestros errores.
    A pesar de lo difícil que es tomar algunas decisiones, creo que es bnito poder hacerlo, a pesar de la esclavitu que eso supone.
    Un besillo Hermano de Letras.

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    1. Sencillamente perfecta tu reflexión, María.
      Muchas gracias.
      ¡Abrazo, Hermana de Letras! ;)

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  4. Con lo bueno, con lo malo, con lo regular... vivamos en libertad. =)

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  5. Un texto muy intenso a pesar (o precisamente por ello) de ser muy corto.

    La libertad está muy bien valorada, no creo que haya nadie que no la desee, pero lo cierto es que conlleva responsabilidades y deberes insoslayables. Entiendo que en ciertos momentos se nos puedan "atragantar", como parece que siente en esos momentos tu prota.

    Como suele decirse, no hay moneda que no tenga dos caras ;)

    Buen texto, Edgar, y muy interesante la etiqueta, me ha llamado mucho la atención. Veremos qué más escondes bajo ella :))

    Un gran abrazo y feliz finde, compañero!!

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    1. Me alegra que te haya parecido intenso, Julia.
      Tal cual lo expones, tal cual lo sentí al escribirlo.
      Ese es un gran dicho, todo tiene una doble cara y cientos de interpretaciones.
      Muchas gracias, Compañera.
      ¡Abrazo y feliz finde!

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  6. Que intenso Edgar, todo un desahogo en pocas palabras. La libertad física y psicológica, a disfrutarla!

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    1. Así es, Mendiel. En el fondo es un desahogo de sentimientos contradictorios. Escribir es una gran terapia.
      Muchas gracias. ¡Abrazo grande, Compañera! ;)

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  7. La libertad de elegir, de romper las cadenas invisibles, esas son las más fuertes y las que más miedo provocan.
    El hombre libre no teme, avanza.
    Muy buena micro Edgar, :)
    Un abrazo compi!!!

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    1. No podría haber sintetizado la paradójica sensación de mejor modo.
      Un aforismo extraordinario.
      Muchas gracias, Irene.
      ¡Abrazo, Compi de Letras! ;)

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