A las tres cuarenta y cinco de aquella tarde, la madre, Margueritte Giuseppe, vendía a cada uno de sus hijos, primos y colegas, al agente encargado de la misión más importante de su próspera vida.
Luca di Moreno era el albacea de la familia, y ahora, los metería entre rejas a todos. Proseguiría sus días bajo el ala de Margueritte... Bajo su protección, y sobre su lecho.
Luca di Moreno, fruto de uno de las innumerables atrocidades del patriarca, Jim Fritz, un americano que llegó a la Toscana, cincuenta y dos años atrás, con una maleta llena de secretos, y un linaje de sangre. Propia y ajena.
El inspector di Moreno, engendro de una de sus hermanas violadas.
El albacea es aquel que se encarga de hacer cumplir la última voluntad de un difunto, y de custodiar sus bienes hasta que se repartan entre los herederos. Misión de Luca di Moreno.
Ya en su lecho de muerte, Fritz deseaba que su retoño infiltrado llegara a la cima de la pirámide patriarcal, a la cabeza de los Giuseppe... Entonces recobraría su auténtico apellido.
A las siete treinta de aquella misma tarde, la familia fue arrestada a la salida del teatro, uno por uno, todos ellos, desalmados, y afortunadamente, desarmados.
A los seis meses, Margueritte agonizaba un último aliento sobre el lecho compartido. En aquel preciso momento el albacea cumplió su verdadera misión.
El río de sangre de la familia más peligrosa de toda Italia llegó a su fin, desembocando en manos de la venganza y la meticulosa paciencia del hijo pródigo.
Condecorado, jamás tomaría posesión de su verdadero apellido. Para él, como para el resto de italianos, los Giuseppe habían muerto.
Di Moreno, sin embargo, si tuvo larga continuidad... Recuerda un bisnieto ante la portada de un viejo periódico, encontrado en un baúl dorado, en el sótano de un magnífico caserón de la Toscana.
Fin
La extinción sanguinolenta de los Giuseppe, el afianzamiento de los Di Moreno. Muerte, venganza, catarsis, violaciones, karma...todo condimentando una "pizza" al estilo mafioso, sin dejar a nadie sin una porción de ella, excepto a Luca, que era el pizzero vengador. ¡Buen retorno Edgar!
ResponderEliminarMe ha encantado tu italoculinaria síntesis del microrrelato, José Carlos.
EliminarMuchas gracias por la lectura y comentario.
¡Abrazo, Compañero de Celda!
Toda una historia digna de una novela. Los Giuseppe tuvieron lo que se merecían.
ResponderEliminarMuy bueno.
Muchos de mis relatos son sinopsis de lo que podría ser una novela, serie o película, aún no he logrado abordar una historia extensa más allá de las diez páginas. Me encanta tener una idea y plasmarla en un suspiro.
Eliminar¡Muchas gracias por tu lectura y comentario, Denise!
¡Abrazo, Compañera!
¡Hola Edgar!
ResponderEliminarUna trama muy bien documentada y elaborada con detalle que atrapa al lector a través de este ingenioso "ajuste de cuentas" tan verosímil tratándose de mafiosos.
Disfruté con la lectura.
Un abrazo y mucha suerte.
Una documentación generada en la imaginativa improvisación.
EliminarMe alegra que disfrutaras de la lectura.
¡Muchas gracias, Estrella!
¡Abrazo, Compañera! ;)
Un gran relato, donde describes estupendamente la Omertá de Margueritte y todas sus consecuencias hasta la vendetta de Di Moreno.
ResponderEliminarUn saludo y mucha suerte.
Tras darle buen uso a Google, debo decir que tienes toda la razón... Una Omertá quebrada con sumo gusto, y una vendetta bien planificada por Di Moreno.
Eliminar¡Muchas gracias, Mariola!
¡Abrazo, Compañera!
Saludos Edgar, muy bueno tu relato, intrigante y complicada trama. Éxitos y bendiciones!
ResponderEliminarSaludos, Mery.
EliminarMuchas gracias por la lectura y positiva valoración.
¡Abrazo, Compañera!
Una trama que alcanzaría para un relato más largo. Me gustaron mucho algunos juegos de palabras, como el del linaje de sangre propia y ajena.
ResponderEliminarLograste el tono apropiado para el tema.
¡Abrazo, amigo de las letras!
Me alegra que te gustaran esos juegos de palabras, Federico.
Eliminar¡Muchas gracias por la lectura y comentario!
¡Abrazo, mi buen amigo de las letras!
Muy buen trabajo, Edgar, muy bien logrado. ¡Mis felicitaciones!
ResponderEliminarUn saludo.
Fer
¡Muchas gracias por tu positiva valoración, María Paz!
Eliminar¡Abrazo, Compañera! ;)
Wow, la Cosa Nostra empequeñece al lado de este clan, :)
ResponderEliminarParece un guión de cine Edgar, he visualizado hasta su caracterización exagerada.
Muy bueno, ambientación genial!
Un fuerte abrazo, Amigo de Letras! ;)
Wow, muchas gracias, Irene.
EliminarMe halaga que lo hayas visualizado cual guión de cine.
¡Abrazo, Compi de Letras! ;)
Bien, es la segunda vez que me leo este relato; la primera fue hace semanas... no lo entendí. Hoy he vuelto a leerlo, prestando más atención, tratando de entenderlo tras descubrir en su primera lectura que era complejo. Y creo que lo he entendido al fin.
ResponderEliminarEs difícil de entender por la complejidad de la trama y esta es compleja por ser enrevesada, como a mí me gusta. Tu forma de narrarlo, sin perder tu estilo, con esos párrafos cortos y precisos, con esas frases tan bien construidas que son lo que más me gusta parece en un principio lioso, pero si se presta atención, te das cuenta de que todo está muy bien explicado e hilado. Pienso que los textos que son difíciles de entender, son obra de un buen escritor.
Como dice Federico, está repleto de juegos de palabras brillantes. Puedo destacar algunos, pero no lo haré. Lo que si diré es que el primer párrafo por sí solo, ya es algo impresionante y corona un gran relato.
Abrazo, Compañero de Palabras.
Me alegra que con la segunda lectura siguieras el hilo de la trama, es compleja, los datos están ahí, pero hay que irlos analizando para comprender la unión que hay entre ellos, no es una línea argumental sencilla.
EliminarEste no es un relato del que esté muy orgulloso, es una retahíla de hechos, como ver los ingredientes sobre la mesa sin ser cocinados, te los puedes comer uno a uno, pero no se saborea la unión de todos ellos.
Muchas gracias por la lectura y gran comentario, Ricardo.
¡Abrazo, Compañero de Palabras!