Observo a través del cristal de la ventana, una escena familiar alrededor de un árbol decorado, decenas de regalos, sonrisas, besos y abrazos. El reflejo del rojo encendido de mis pupilas dilata el tiempo, escarcha el vidrio, detiene la felicidad en mi fuero interno y todo sabe a alquitrán en mi paladar.
También tuve una familia, recuerdo vagamente la presencia de unos padres.
- ¡No te traerán más que carbón los jodidos reyes magos!
Añoro lo que jamás viví, añoro el abrazo, la sonrisa y el regalo.
Añoro el saco de carbón, las alianzas y el olor a quemado.
Fin
Nos lo has puesto muy difícil en el concurso con tu microrrelato, compañero. Un saludo y mucha suerte.
ResponderEliminarMe ha parecido de un imaginario elevado tu micro, un placer que ambos estén en esta recopilación de relatos navideños en el Círculo de Escritores. La suerte está echada.
Eliminar¡Saludos, Bruno!
Pensaba que lo de traer carbón era una falacia. =/ Muy chamuscante compi. ;)
ResponderEliminarUn abrazo. =)
En casa tengo un saquito de ese carbón dulzón, no hay quien se lo coma...
EliminarChamuscantes gracias, Soledad.
¡Abrazo! ;)
Muy bien logrado, saludo de año nuevo.
ResponderEliminarMuchas gracias, MariaÉ.
Eliminar¡Saludo de año nuevo!
Muy buen relato!
ResponderEliminarLe llevaron carbón por portarse mal y el celebro en una hoguera ?
Pobrecito.
me gustó mucho, y vaya que da la sensación de desasosiego cuando recuerda.
Muchas gracias, Sue.
EliminarSí, se portó algo mal... jejeje
¡Saludos!
estupendo relato, cuantos recuerdos de ese carbón que a veces llegaba.
ResponderEliminarEse carbón picadientes, un mordisco y al saco.
EliminarMuchas gracias, María.
¡Saludos!
Ya es curioso que a mi hasta me ha dado pena el pobre, recordando lo que no tuvo..después he visto que era un micro de terror, pero en mí ha podido la sensación de desdicha del pobre diablo que no ha tenido nunca amor. Y será que a pesar de todo, los malos también tienen su corazoncito aunque a veces sea muy negro y esté muy escondido.
ResponderEliminarUn saludo
Es un alma en pena, lógico que cree tal sensación, este pobre diablo parricida.
EliminarUn corazoncito negro como el carbón.
Muchas gracias, Conxita.
¡Saludos!
he tenido que leerlo un par de veces para entenderlo, pero el resultado aunque sutil es muy bueno, ese niño despreciado que nunca tuvo una navidad y que termina incinerando a sus padres para liberarse de un trauma infantil, tremendo! Un saludo Edgar.
ResponderEliminarCon la segunda lectura quedó clara la historia, tu síntesis es exacta.
EliminarMuchas gracias, Jorge.
¡Saludos!
El espíritu navideño... literal. Es complejo de entender de una sola lectura, y ahí reside su maestría. Nos cuentas dos historias familiares de forma paralela: una feliz, y otra espeluznante que nos muestras sin mostrar, a través de esos recuerdos del fantasma. Esa frase final impacta, pues nos explica todo lo sucedido de un plumazo. El carbón nunca fue bueno, los padres se lo tenían que haber pensado mejor antes de regalar a su hijo psicópata y pirómano tan poco deseado y temido regalo.
ResponderEliminarAbrazo, Compañero celdíaco.
Aunque sea complejo, por tu comentario y el de Jorge, veo que con una segunda lectura queda totalmente clara la historia. Aunque no recibió el carbón como regalo en su infancia, solo esa infame exclamación propinada por uno de sus progenitores, al final tuvo que crearlo el mismo, como bien dices, convirtiéndose en un pirómano psicópata.
EliminarMuchas gracias por tu lectura y comentario, Ricardo.
¡Abrazo Acolchado, Celdíaco Compañero!
Lo entendí en "el sabor a alquitrán en el paladar". Ahi aluciné al fantasma remembrando con los ojos encendidos. Qué maestro Edguitar!! Muuuuuy bueno la verdad. Realmente nos envuelves en el espíritu o con el. Abrazo desde la celda 707!
ResponderEliminarMe alegra que lo entendieras con esa frase. Un placer leer que alucinaste con el fantasma remembrando y muy agradecido por tu valoración, Mendiel.
Eliminar¡Abrazo desde la 237! ;)
Ayyyy que penita me da ese niño, que solo le dejan una única salida. ¡Quemarlo todo!
ResponderEliminarUn besillo Hermano de Letras.
Quizás podría haber escogido otro camino, pero sus padres ignoraban que ese carbón prometido se haría realidad, aunque fuera hecho de sus propios huesos.
Eliminar¡Muchas gracias, María!
¡Abrazo grande, Hermana de Letras! ;)
Vaya, un poco sin palabras con este relato.
ResponderEliminarSaludos compadre.
Me encanta dejar sin palabras a alguien con la escritura, ya sea para bien como para mal.
Eliminar¡Muchas gracias, Andrés!
¡Abrazo, Compañero!
Cada cual se sacude sus traumas como puede. Algunos, como tu prota, borran el recuerdo a fuego, igual que les quedó grabado.
ResponderEliminarUn micro genial, Edgar. A pesar de estar "de retiro" no he podido evitar pasarme a hacerte una visita navideña :P
Un abrazo enorme y feliz entrada de Año Nuevo, compi!!
Ya es todo un halago que le des al pause de tu retiro navideño para venir a leer y comentar en mi blog, si además el comentario es tan especial, el placer se multiplica, ya solo la primera estrofa es genial, marca Julia C.
Eliminar¡Felices Fiestas, Feliz Vida, mi querida compañera!
¡Un abrazo enorme! ;)
¡Vírgen del Economato, Edgar!. Triple salto mortal con tirabuzón. Te has superado a ti mismo, compañero. En 100 palabras has conseguido rodar una pelicula de terror que ríete tú del Krampus. Enorme micro, Edgar. Abrazos (¿me he ganado el regalo de Reyes o tendré el jodido carbón? ;-))
ResponderEliminarjajjajajaja "La Vírgen del Economato! ¡Qué bueno, Compadre!
EliminarUna halagadora valoración, símil de salto mortal trampolinero.
A esa del Krampus le tengo ganas...
¡Te has ganado tu peso en oro! ¡Muchas gracias, Fernando!
¡Abrazo grande, Compañero!
Un micro estupendo. Qué pena que a tu protagonista solo le quede como recuerdo de la navidad lo que no tuvo... y lo que dejó en el fuego. No me extraña que se le haya quedado grabado.
ResponderEliminarUn beso, me ha encantado
¡Muchas gracias, Chari!
EliminarSí, es una verdadera pena, el pequeño niño se ha convertido en un tenebroso ente navideño... ¡Que su fuego no nos alcance jamás!
¡Besos, Compañera! ;)
Snif...snif...me huele a chamusquina por aquí... jeje
ResponderEliminarMuy bueno, Compi!! Abrazos!!!
Ah!! Y Feliz Año!!!
jejejeje... Potente olor a asado familiar.
Eliminar¡Muchas gracias, Flora!
¡Abrazos, Compañera y Feliz Año! ;)
Inquietante micro, unas palabras muy acertadas para darle ese toque.
ResponderEliminarTe Felicito por la intensidad conseguida en este micro.
Mil besitos.
Muchas gracias por tu visita, lectura y comentario, Aurora.
EliminarMe alegra que te haya parecido inquietante e intenso este micro.
¡Abrazos!
¿De donde ha salido? Es súper espeluznante y tenebroso Edgar, dan ganas de bajar persianas, correr cortinas y no salir nunca más de casa por estas fiestas.
ResponderEliminarUix que escalofrío, :O
Aunque dentro de esa monstruosidad quemada se percibe un alma inquieta por el amor que nunca tuvo, y por eso su necesidad de destruir la de los demás, GENIAL!!!
Un abrazo compañero, ;)
Me alegra haberte creado tales sensaciones.
EliminarGenial tu explicación sobre la condición de este personaje.
¡Muchas gracias, Irene!
¡Abrazo, Compi de Letras! ;)
Siempre es bueno y útil leer los comentarios que preceden al que uno va a poner. Como dice Conxita, yo también pienso que los malos tienen su corazón, y que la maldad es un estado al que muchas personas llegan por ausencia de bondad en su vida y corazón tanto en la familia como en otros ámbitos. Por otra parte, tras leer el micro me vino a la mente aquella expresión de que "el fuego todo lo purga", y al menos para el protagonista del micro (que al no mencionarse si es hombre o mujer puede ser cualquiera), el fuego logra su efecto, transportándole a una especie de catarsis.
ResponderEliminar¡Un abrazo Compañero!
También suelo leer los comentarios de los demás, aveces veo cosas de las que no me percaté con la lectura.
EliminarSin duda, esa es una expresión que le va como anillo al dedo a este micro, mira por donde, ahí va otro dicho popular.
¡Muchas gracias por tu lectura y gran comentario, José Carlos!
¡Abrazo, Compañero!
Genial final, Amigo de las letras.
ResponderEliminarMuy logrado. Me gustó mucho.
Abrazo, Edgar!
¡Muchas gracias, Federico!
EliminarMe alegra que te haya gustado el micro y ese toque final.
¡Abrazo, mi buen Amigo de las Letras! ;)