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Se acercó a mí un anciano de negra sonrisa.
- ¿Quién eres, muchacho? No te tengo visto por estos lares.
- Nadie, señor. No soy nadie.
La luz de la luna bañaba la tierra húmeda, permanecía quieta, reflejada en un gran charco. Mis botas de cuero chapotearon en el agua; difuminando la reluciente figura circular. Desdibujada clamó su presencia en mis pupilas, y en ellas apareció la cuerda con la que ella iba a ser ahorcada.
Por aquel entonces se llamaba Margaret Jones. Condenada a la pena capital por ejercer prácticas médicas que aún desconocía la ciencia, por herejía, por lo que ellos llamaban; bruja.
No podía intervenir, no podía impedir su ahorcamiento, tan solo podía mirarla a los ojos, y que ella viera los míos, y entregarle la paz necesaria para morir sin temor.
El crujir de su cuello eclosionó en mis tímpanos, como la rama seca del árbol de sus cien vidas.
Su energía debía seguir la corriente preestablecida, hasta ser de nuevo mi querida, Juno, y desvanecerse por siempre jamás. Su luz formaría a ser parte del cosmos, y yo iniciaría mi viaje a través del tiempo para regresar a su lado, tantas veces como fuera necesario.
Un bello micro. ¿Quizá el inicio de un texto mayor? Saludos!!!
ResponderEliminarMuchas gracias, David.
EliminarEs la idea de un texto mayor, si. Ya veré si lo abordo en un futuro.
¡Saludos, compañero! :)
Ay que curioso y bello micro... también apoyo esa idea, te quedas con muchísimas ganas de más, así que no lo descartes, Compi! ;)
ResponderEliminarUn abrazo grandote!!!
Muchas gracias, Flora.
EliminarSi, posiblemente continúe los viajes de Luna.
¡Abrazo, Compi! ;)
Ay es precioso, me encanta. Me encanta la magia, las brujas y la luna, y lo has mezclado todo en un romanticismo hermoso, a pesar de la muerte.
ResponderEliminarMe encanta.
Un besillo Hermano de Letras.
Me alegra que te haya gustado, María.
EliminarSi lo continúo; la Luna, el romanticismo y la muerte seguirán siendo los protagonistas.
Muchas gracias, y besillos, Hermana de Letras. ;)
Ya sabes que no te niego dudar cuando doy click en "deseo continuar" al venir a tu blog...jajaja pero esta vez ,esta tematica que me resulta dulce y romantica de la luna,me ha matado, me ha encantado literalmente,contempladora de la luna y tus letras chococompañero! besos...
ResponderEliminarMe alegra que dudes y aún así entres de nuevo en el Rincón, Ady. Para mí es un placer que me leas y dejes tu huella, uno de tus bellos comentarios.
Eliminar¡Un abrazo lunar, choco-compañera! ;)
Un suspiro me arrancaste malvado. Combinaste brujas y luna, mágica y amorosamente. No se porque pero vi ese charco distorsionando esa luna cual muda testigo del cuerpo que se balanceaba. Lo adoré. 😘
ResponderEliminarMe honra la malicia con la que te arranqué un suspiro.
EliminarAdoraste a la luna, compañera.
Muchas gracias por pasearte por estas lunáticas letras, Mendiel
¡Abrazo lunar! ;)
Qué preciosa historia de amor, Edgar (aunque también contenga otros elementos yo me he quedado "pillada" en ese sucesivo reencuentro de los amantes). Estoy con los que dicen que podría ser un relato de más extensión, a buen seguro que en tu cabeza la historia tiene más recorrido, razones y consecuencias, sucesos que a nosotros nos encantaría conocer :))
ResponderEliminarMe quedo, después de leerte, con una ligera melancolía. Has usado un lenguaje precioso, imágenes muy evocativas. Esto demuestra que se te dan bien muchos estilos diferentes, aunque eso ya lo sabía.
Un abrazo y enhorabuena por esta joya de luz propia.
Es un sucesivo reencuentro entre un hombre y la mujer que ama.
EliminarEn efecto, tiene un recorrido creado en mi mente, y si me vibra, lo plasmaré en otras entregas.
Muchísimas gracias por tu bello comentario y tan positiva valoración, Julia.
¡Abrazo, Hermana de Letras! ;)
Buena mezcla de géneros en un una historia corta. Es muy triste y romántica. Gran cuento.
ResponderEliminarSaludos.
Es triste y romántico, una melancolía a la luz de la luna.
EliminarMuchas gracias por tu bello comentario, Raúl.
Saludos, Compañero de Terrores.
Tu texto desprende un halo de romanticismo con notas de aflicción. Me ha gustado muchísimo, Edgar, es un placer leerte.
ResponderEliminarUn beso
Me halaga que menciones ese halo de romanticismo y aflicción.
EliminarMuchas gracias, Chelo. Para mí es un placer tenerte aquí, en el Rincón.
¡Besos lunáticos, Compañera de Letras! ;)
Esta historia tiene un final, feliz, según como se interprete, pero si que trasciende al dolor y la frustración, eso sin duda.
ResponderEliminarMuchas gracias, Julio David.
Saludos, compañero.
Edgar es fantástico cómo combinas con habilidad estilos muy distintos, acabo de leerte uno de puro terror psicológico y en este me encuentro con un relato dulce, de un amor que se reencuentra y pierde continuamente, muy triste y también muy bonito.
ResponderEliminarUn saludo
Me honra tu valoración, y tan amables palabras, Conxita, me alimento de ellas, cómo Lecter de sus víctimas, cómo Luna de la claridad de su tocaya.
Eliminar¡Saludos, Compañera! ;)
La impotencia por evitar lo inevitable se ve compensada por una eternidad de amor y compañía.
ResponderEliminarUn relato lleno de ternura y romanticismo.
Un abrazo.
La primera frase de tu comentario, sublime.
Eliminar¡Muchas gracias, Josep Mª!
¡Abrazo, Compañero de Letras! :)
La época, las brujas, el ahorcamiento, la luna, son los elementos que utilizas en este micro para deleitar el espíritu. Logras ambientar con el charco, con la luz de la luna, este relato de enorme belleza, de un amor en eterno retorno. Brillante trabajo Edgar. Un abrazo.
ResponderEliminarAriel
Para brillante; tu comentario, Ariel.
EliminarUna poética síntesis del micro.
Muchas gracias por tan buena valoración.
¡Abrazo, Compañero!
Almas gemelas, una vida tras otra que originará en reencuentro.
ResponderEliminarUn argumento amargo y hostil, pero aun así transpira un romanticismo bellísimo.
Me ha encantado Edgar, :)
Un fuerte abrazo, compi!
Tú lo has dicho. almas gemelas en multitud de vidas.
EliminarMuchas gracias por tu bello comentario, Irene.
¡Abrazo, Compi! ;)
Estupendo inicio para esa historia que promete y donde seguiremos disfrutando de esta justa combinación de romanticismo y terror, al más puro estilo de Poe, con razón elegiste buen nombre para tu perfil o quizás incluso sea tu nombre de pila.
ResponderEliminarEspero que también ese aspecto detectivesco no lo abandones para que adquiera intriga e intensidad narrativa.
Un abrazo compañero.
Inicio y fin, con este micro, por mi parte, se acabó la historia de Luna y Juno.
EliminarEdgar es mi nombre, el que me pusieron mis padres.
Muchas gracias por la lectura y positiva valoración, Estrella.
¡Abrazo, Compañera! ;)
¿Un sucesivo reencuentro entre el hombre y la mujer que ama? Pues tiene muy buena pinta. Una historia romántica que trasciende el tiempo, con misterio incluido. Una trama sugestiva. Bellamente escrito este pequeño prólogo a muchas historias. Tanto si decides continuar como si no, ahí queda un estupendo micro. Un abrazo
ResponderEliminarExacto, palabra por palabra... Sucesivo reencuentro, prólogo de muchas historias, y aquí se queda, por qué escribí una continuación y era como desvelar un secreto que no debe ser descubierto jamás.
Eliminar¡Muchas gracias por tus lecturas y comentarios, las aprecio de verdad, espero corresponderte pronto, no por compromiso, si no porque tengo mucho que disfrutar y aprender de tus escritos.
¡Abrazo, Compañero!
Me ha encantado este relato Edgar, sobre todo como mezclas ingredientes para darle ese toque mágico y distintivo. Sin duda me parece un muy buen inicio, espero que de algo mas largo, porque desde luego puedo asegurarte que en ascuas me has dejado. Un abrazo compañero de letras! ; )
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado este breve trazo de letras inspiradas por la luz lunar.
EliminarPronto me paso por tu blog de luz que también es inspirador y lunático.
¡Abrazo, Ramón! ;)