Rosanna, la madre de Samantha, se sienta frente al televisor, son las tres y media, su hija le ha pedido que esté atenta a lo que emitirán a continuación...
Tres notas se repiten, melodía introductoria de piano, se une el bajo y los dedos de las manos de una mujer joven se estiran, abriéndose como dos estrellas de mar, mostrando en primer plano sus uñas fucsias y brillantes, un instante antes de rodear con ambas manos la parte superior del volante.
A las tres notas se les añaden cuatro más, creando la melodía principal de la canción, al piano se le unen dos guitarras eléctricas, una de manera rítmica y la otra punteando las notas tónicas con agudeza, al bajo le acompaña ahora la batería, en crescendo, hasta llegar a ciento cuarenta revoluciones, en el mismo instante que la chica pone en marcha su coche descapotable y arranca, alcanzando los ciento cuarenta kilómetros hora.
Su violácea melena ondea como bandera del mundo de los vientos, al son de una fresca melodía pegadiza, con la marcha de mil caballos desbocados.
Un cambio en la melodía, más agitada y burlesca, una llamada a las caderas y traseros más traviesos y a los pies más veloces.
Los labios de la joven lucen negros y los rayos del sol los perfilan con alucinógenos destellos, su boca se abre y canta, sus palabras se inyectan en los oídos, dibujan el contorno de la música Pop que hace vibrar las llantas del descapotable color rosa pastel, tuneado con guindas en llamas y bananas en las puertas de amarillo metálico chillón, exageradamente provocativas, sus puntas están completamente bañadas en cremosa nata de un blanco espumoso deslumbrante.
La chica se levanta las gafas de sol en forma de medias lunas de rojo plastificado y las posa sobre su cabeza, canturrea el estribillo vocalizando sinuosamente sus palabras, explotando estas como pompas de chicle en sus mejillas espolvoreadas con brillantina y dorada purpurina.
"No me ladres hombre, siéntate, no muerdas la mano, que te da de comer"
"No me ladres hombre, siéntate, no muerdas la mano, que te da de comer"
En el asiento del copiloto un hombre musculado luce depilados pectorales y marcadas abdominales, una tableta de chocolate con collar de perro, en los asientos de atrás tres acompañantes con la misma indumentaria, slips verde aguacate y cintas de cuero adornadas con pinchos plateados alrededor de sus cuellos.
Mientras entona el lírico título del tema... "Clip Girl... I am a Clip Girl, you are my boy friend... I am your Clip Girl..." La protagonista del vídeo musical lanza galletitas en forma de hueso, de diversos colores y tonalidades vivas y acarameladas, a sus cuatro acompañantes del presuntuoso descapotable, marchando a toda velocidad desaparece en el horizonte, engullido por el crepuscular sol.
En la matrícula del vehículo, antes de desaparecer de la pantalla, leemos... "Lost soul"... Al mismo tiempo que la joven mujer de violácea cabellera pronuncia estas dos últimas palabras junto a las dos últimas notas de la melodía.
Un vórtice oscuro rodea la claridad de los ya casi imperceptibles rayos de luz, hasta cerrarse por completo y sumirlo todo en el negro, unas letras blancas se escriben en el centro, despidiendo el videoclip superficial y kitsch que pronto quedará en el olvido del público.
Rosanna felicita a su hija Samantha, sus labios ya no lucen negros, ni su cabellera es de color violeta, tras su aportación artística empieza un nuevo videoclip de tremendo éxito comercial...
"The End"
Mostrando entradas con la etiqueta Micro Musical. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Micro Musical. Mostrar todas las entradas
jueves, 16 de abril de 2015
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Unicornio Rosa: Capítulo 2 "La pastilla y el arcoíris"
Unicornio Rosa ¿Quieres huir?, ¿encontrar tu lugar en el mundo? ¿Qué esperas encontrar allí dónde vayas?, ¿quién eres? El viaje empieza en ...
-
Tres bandejas... Un primero, un segundo y el postre. Como entrante, una rica sopa fría. Como un gazpacho veraniego, para combatir el calor...
-
La iluminación del astro rey sobre el frente lunar deslumbró la sinuosa curvatura del platillo volante. Un destello en el panel de visión ce...
-
- Sería la primera vez que realizamos una intervención de estas características. - Me parece perfecto, alguna vez debía ser la primera. ...