Sin planificarlo y casi sin querer surgió la idea del “juego literario” que leeréis a continuación. Es lo que pasa cuando personas con ganas de hacer cosas nuevas y afición por escribir se ponen a charlar y a reír, que salta la chispa de un reto y todos se embarcan. ¡Si nos ahogamos nos ahogamos, pero vamos a divertirnos!
Una idea y tres autores. Tres estilos diferentes de escribir para un género, el micro. Un solo hilo argumental desarrollado en tres versiones. Cada micro de cada autor con tres partes.
No es un trabalenguas ni un problema de matemáticas, es lo que María Campra Peláez, Edgar K. Yera y Julia C. hemos escrito.
¡Esperamos que os guste!
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Soy los cinco dedos de la mano de un supuesto escritor, falanges esclavas de una mente que se nutre de las palabras que escribo. Aprendí a sostener la pluma cuando tan siquiera aún me mantenía en pie. La introducía en mi boca y la empapaba en tibia saliva. Mis fauces melladas saboreaban el destino y ahora mis dientes sonríen inquietos cuando presienten un atisbo de tinta sobre el folio.
Soy un títere nacido de una zigótica imprenta. En mis manos hiladas yace el papel, ambos hermanos de celulosa. En el útero conífero nos nutrimos de la savia de nuestro árbol padre, enraizados en la madre tierra y programados para inmiscuirnos en ajenas vidas ficticias.
La regla es obedecer. No puedo negarme a la caprichosa voluntad de quien me da de comer musas para que las triture y las regurgite sobre el blanco. Lo plasmado es la recompensa, cuando tus ojos lo perciben. Son letras, es mi palabra, mi queja. Son mi angustia y mi alegría. Es el vocabulario impreso lo que me mantiene vivo. Si osara romper el pacto, el fuego sería mi destino.
El único modo de encontrar un sentido a mi existencia es aferrarme a lo que he descubierto ser y procurar que dé su fruto. Soy la marioneta, la semilla que uno siembra para el cultivo, tal vez algún día sea árbol y deje así mi testigo.
Os hablo de mi vida y de mi muerte, no reparo en ser conciso.
Estas son mis últimas palabras. Siempre fueron las últimas, desde el principio.
Continuará...
Genial, me gusta mucho esta iniciativa que habeis puesto en marcha. Da que pensar. ¿Creemos nosotros que estamos vivos, y tan solo somos unos personajes en una novela de un escritor?...ahi lo dejo...jajaja.
ResponderEliminarUn abrazo compañero
Me alegra que te guste la iniciativa. Gracias, Oscar.
EliminarUna pregunta para reflexionar.
Abrazo, compañero.
Maravillosa y brillante vuelta de tuerca, Edgar. Estoy en ascuas por saber cómo continúan las otras partes. Si me impresionan tanto como la primera vez que leí ésta, será una luminosa sorpresa!!
ResponderEliminarUn gran abrazo, estoy feliz de participar en este proyecto con María y contigo :))
¡Muchas gracias, Julia!
EliminarPronto sabremos como acontecen nuestras aportaciones.
Un placer realizar este proyecto literario contigo, amiga.
¡Abrazo, Hermana de Letras!
Precioso, Edgar...
ResponderEliminarMuchas gracias, Paola. Me alegras, de veras! ;)
Eliminar¿Qué te puedo decir, Edgar? Salvo que estoy flipando ante la Maravillas que has escrito... Que cada Palabra es un Mundo De Recuerdos, que cada frase es el inicio y el fin de quién eres y que, de alguna manera, se refleja en todos Nosotros, en todos los que destripamos Letras porque lo necesitamos con el Oxígeno...
ResponderEliminar¡Es Brutal! ¡Brutalmente Brutal!
¡Y me voy a por el de María! ¡Que quiero seguir fascinándome! #SeSabe
¡¡Besazos Enormes!!
Pues... ¿Que te puedo decir yo, Campanilla? Muchísimas gracias por tu pedazo de valoración y análisis del texto. Me encanta que me comentes y me subes el ánimo para seguir escribiendo...
Eliminar¡Tú eres brutalmente brutal... #SeSabe
¡Besazos, Capitana Feroz! ;)
Seguro que no son las únicas. Estoy fascinada de lo bien que os han quedado. Sigamos así Hermanos de letras. Un besillo.
ResponderEliminarNo son las únicas y lo Sabes! ;)
EliminarYo también estoy fascinado con vuestros aportes. Sigamos así Hermana de Letras,
Un placer realizar este proyecto contigo.
¡Besillos, Compi!