miércoles, 1 de julio de 2015

Dulce Nombre

Mi abuelita se llamaba Dulce Nombre y ese nombre debería haber sido el mío.

Mis padres no son de esos que ponen a sus hijos los nombres de sus abuelos, ni los de ellos mismos, son jóvenes comparados con la mayoría de los de mis amigos. Son jóvenes y fueron hippies. Les gusta la música de los sesenta. En mi casa siempre suena el viejo tocadiscos. A penas vemos la televisión. Nada de noticias, ni programas del corazón o telenovelas. A todas horas suena Janis Joplin, Jimi Hendrix, Pink Floyd, The Doors y todos esos grupos de Rock, Folk y rarezas varias como King Crimson y demás. Mis preferidos son Jethro Tull, me fascina la flauta travesera y esa voz intensa e inquietante de Ian Anderson.


Es curioso que mi padre con veinte años se pareciera a Jesucristo, lucía larga melena y espesa barba. Es curioso porque mi padre es detective de homicidios, y la "pasma" o los "maderos", como ellos llamaban antaño a la policía, no eran del agrado de sus ideologías de paz, amor y libertad. Pero así es. Se apuntó en la academia a los treinta y dos años, aprobó las oposiciones y pasó las pruebas físicas y psicotécnicas. Tras siete largos años de servicio en el cuerpo, se sacó el máster en criminología.


Le pregunté a mi padre sobre la decisión de hacerse policía, su respuesta fue clara. "Sigo amando la ideología de la libertad y la paz, para que esos valores se mantengan firmes en esta sociedad, no hay que menospreciar al cuerpo de seguridad ciudadana, este mundo necesita buenos policías, honrados, trabajadores e implicados en un bien común".


Aún así, en sus tiempos como agente, mi padre tuvo que realizar labores lejos de sus propios ideales. Pero tenía un objetivo; ser detective de homicidios y meter a los asesinos entre rejas. Y al fin, lo consiguió. La verdad... Me alegro por él. Aunque él no se alegrará tanto de haber tomado tales decisiones. Odiará lo que es y lo que representa... Algún día.


***

El cuerpo de Andrea restaba desnudo sobre un gran charco de sangre. Todo su cuerpo estaba rodeado por el flujo bermellón. Múltiples heridas sobre el torso, cortes limpios. En su autopsia se averiguó que esos tajos se habían propinado con el filo de varios folios de papel, los restos de micro fibras de celulosa lo confirmaron. Del recto sodomizado, extrajeron una corta caña de bambú astillada, en su interior había un papiro, en él, una impresión tecleada con lo que parecía ser, una vieja máquina de escribir. El texto rezaba... "Mi nombre es Dulce Nombre".

El detective de homicidios, Roberto Sanz regresó a casa totalmente agotado. Discutió con su hija y se fue a dormir. Carla, la hija de Sanz, llamó a su mejor amiga, le lloró media hora y luego continuaron en contacto por el chat del móvil, hasta las tres de la madrugada.

A los tres días encontraron un nuevo cuerpo, esta vez mutilado, de brazos y piernas. En el recto, lo mismo. La caña y el papiro con idéntico texto.

Cabía la posibilidad de que el caso, con el encuentro del primer cuerpo, el de la joven Andrea, hubiera recaído sobre Fausto Hernández, pero se lo encomendaron al veterano Roberto Sanz. Sanz fue el segundo cuerpo hallado de aquel asesino.

El caso fue a parar a manos de Hernández, inmediatamente. Lo primero que pensó Fausto, al ojear los datos de los informes elaborados por su recientemente fallecido compañero, fue... "Dulce Nombre... Así se llamaba mi madre".

Carla lloraba desconsolada sobre el hombro de su mejor amiga, su padre había sido brutalmente asesinado, mutilado y sodomizado.

***

Mi nombre es Sofía, pero debería llamarme como mi abuelita.


Algún día... Mi nombre será, Dulce Nombre.






Continuará...





King Crimson



16 comentarios:

  1. Los nombres a veces son una maldición. Ya quiero ver qué pasa. Saludos.

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    1. Desde luego, la literatura está plagada de estos nombres malditos.
      ¡Saludos y muchas gracias, Jorge!

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  2. Fantástico comienzo para este relato que promete misterio, más crímenes y un trasfondo interesante e inesperado. Me ha encantado la primera parte, en la que retratas la vida y psicología del personaje. Me parece que está muy conseguida y aunque no hubiera habido después esa genial dosis de suspense y crimen, ya me había enganchado por completo. Muy bueno, Edgar, no me perderé la continación!!

    Un abrazo nocturno, Compi!!

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    1. Me alegra que te haya gustado el inicio de este relato. Habrá más crímenes y espero generar el suficiente suspense.
      ¡Muchas gracias, Julia! Es un placer que sigas mis relatos y los comentes.
      ¡Abrazo Diurno, Compi! ;)

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  3. Un intrigante relato, quedé en suspenso y en espera de la continuación.
    ¡Saludos!

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    1. Me alegra que te haya creado suspense y que esperes la continuación.
      ¡Muchas gracias, Felipe!
      ¡Saludos, Compañero!

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  4. Nos quedamos en ascuas a la espera.
    Un abrazo compañero

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    1. Eso es genial, espero no haceros esperar demasiado...
      ¡Muchas gracias, Oscar!
      ¡Abrazo, Compañero!

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  5. Me encanta, muy intrigante. Como siempre me dejas con ganas de más. Un besillo Hermano de Letras.

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    1. Me encanta que te encante y que te quedes con ganas de más... ¡Espero complacer la espera!
      ¡Muchas gracias, María!
      ¡Besillo enorme, Hermana de Letras!

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  6. Hay que tener mucho cuidado con el nombre que pongamos a nuestros hijos. Puede que no les gustan. Y no tengo el recto para farolillos. Muy bueno, Edgar. Abrazos

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    1. Jajajajajjaajaja... ¡Ojo al dato!
      ¡Muchas gracias, Crack!
      Abrazo, Fernando.

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  7. Buff Edgar, tu relato promete estremecer. He visto que has publicado el segundo y he empezado por el primero, voy a por el otro.

    Tienes tanta razón de que algo, tan aparentemente sencillo como poner un nombre, puede marcar una vida.
    Un saludo

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    1. Si promete estremecer debe cumplir con su promesa.
      Muchas gracias, Conxita.
      Cualquier excusa es suficiente para desatar según qué...
      ¡Abrazo, compañera! ;)

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  8. Increíble inicio para un thriller policíaco de género negro. Tenemos el punto de vita del asesino... mejor dicho, asesina... y el punto de vista del detective, que resulta ser su padre. Un gran enfrentamiento veo aquí. Asesino y detective encargado del caso tan cercanos como que son familiares: magnífica idea. Por otro lado, me ha gustado la forma en la que deja su carta de presentación la asesina y el arma homicida del primer cuerpo: una hoja de papel. Tiene muy buena pinta, y podría tratarse de una novelita corta. A ver qué ocurre en los siguientes capítulos.
    Un abrazo, compañero de palabras.

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    1. Me alegra que te haya gustado el inicio de este thriller oscuro, Ricardo. Como siempre, tu análisis es certero y muy satisfactorio para mi. Espero que la buena pinta que te ha causado no sea motivo de decepción en las siguientes partes.
      Gracias y un fuerte abrazo, Compañero de Palabras.

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